Somos una empresa Oaxaqueña

Especializada en diseñar y producir vajillas de cerámica alta temperatura.

Somos un equipo de personas jóvenes

Agradecemos a la tierra convirtiéndola en vajillas de colores genuinos para que la comida sea especial. Nuestras motivaciones diarias son el aprendizaje, la mejora y crecimiento continuo; así como enfrentarnos al cumplimiento de los retos que implica cada proyecto, dando siempre nuestro mejor esfuerzo.

Fundadores

La Chicharra fue fundada en 2012 por Eduardo López y María Fernanda Oviedo, ambos ceramistas de profesión.

La Alta Temperatura

La cerámica que produce La Chicharra es un Gress, es decir una cerámica de alta temperatura poco porosa, quemada a una temperatura de 1260 C.

Las vajillas de La Chicharra se recomiendan para servir y presentar platillos, no son utensilios para preparar.

Apuesta de valor

La Chicharra utiliza materias primas para conformar sus pastas, todas provenientes de origen nacional.

Todos los colores y esmaltes se desarrollan con materia prima libre de plomo y metales pesados.

Los esmaltes y colores de La Chicharra son el resultado de un proceso largo de desarrollo dentro del taller que incluye la búsqueda de tierras, barros y cenizas, la experimentación de los ingredientes, proporciones y mezclas, así como del proceso de aplicación y horneado. Este proceso hace de La Chicharra, su apuesta de valor y el elemento característico en sus piezas.

El diseño

A nivel formal, La Chicharra tiene diseños sencillos, buscando siempre que el elemento protagonista sea el color y la textura de los esmaltes, que hacen a cada pieza única.

Aunque las piezas no son muy elaboradas en cuanto a forma, la complejidad del proceso de desarrollo y diseño de los esmaltes, sucede a través de la colaboración de un equipo multidisciplinar, donde intervienen analistas de tendencias de diseño, ceramistas e ingenieros industriales.

El impacto social

La Chicharra, se ha convertido en una fuente de empleo y profesionalización a jóvenes que no tienen la oportunidad de estudiar o trabajar por falta de experiencia laboral y que en muchos casos sus posibilidades reales son de migración.

La Chicharra ofrece dentro de su esquema laboral prestaciones de ley: seguro social, vacaciones, aguinaldo, capacitación constante, condiciones de seguridad industrial y contratos anuales.

La equidad de género se ha convertido en una prioridad, aunque físicamente se reconoce que hay diferencias entre hombres y mujeres, no hay predisposición de los puestos para hombres o mujeres.

La Chicharra y su equipo

La Chicharra hoy, es una pequeña empresa donde trabajan alrededor de veinte personas, en su mayoría jóvenes originarios de municipios conurbados de la ciudad de Oaxaca, quienes han aprendido el oficio cerámico junto con habilidades transversales como disciplina, puntualidad, cuidado en el detalle y trabajo en equipo. La posibilidad de trabajar con personas que no son expertos en el oficio pero están dispuestas a aprenderlo, ha generado muchas posibilidades de experimentar, integrarse y crecer juntos, lo que finalmente tiende lazos fuertes al interior del equipo de trabajo.

Al ser un equipo de personas jóvenes, las motivaciones del día a día son el aprendizaje, la mejora y crecimiento continuo, así como enfrentarse al cumplimiento de los retos y objetivos que implica cada proyecto y nuevo desarrollo de productos.